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Manuel Mejia Vallejo

 

Nació en Jericó Antioquia, el 23 de abril de 1923. Murió el 23 de julio de 1998, en El Retiro, Antioquia, en su finca Ziruma. Concluyó su vida en consonancia con sus palabras. Toda su infancia la vivió en Jardín, un hermoso pueblo vecino, él decía “Yo nací en un pueblo y me crié en la finca y en el pueblo hasta los catorce años. Por eso mi literatura está untada de campo de montaña y también de ciudad”.

Fue profesor, periodista, novelista, cuentista y poeta. Reconocido como el “Maestro de la narrativa Universal” de su generación.

Director de los talleres de Literatura de la Biblioteca Publica Piloto de Medellín. Colaborador de varios periódicos y revista locales y Nacionales.

La exuberancia verbal de la novela, el entusiasmo de la narración, los abundantes giros poéticos, lo clasifican como un prolífico narrador y poeta.

Su obra es su fiel testimonio de una vida dedicada al pensamiento y a la literatura, como lo hizo, con maestría sin igual don Tomás Carrasquilla.

El Maestro Manuel Mejía, creó con su obra un vasto universo narrativo. Ella es, plétora de esencialidades que define claramente el ser y hacer del hombre antioqueño, y del colombiano, y del universal, en tanto que su obra convoca la vida, pero también la muerte; la violencia, pero también la ternura; la soledad pero también la alegría.

Manuel Mejía Vallejo, el antioqueño de corazón campesino y estampa citadina, gozó la vida a plenitud, casi con pasión. Vivió siempre estimulando, inspirando, orientando y creando; rodeado de su familia, de sus discípulos y sus amigos. Impone el cariñoso conocimiento de la tierra y sus habitantes.

Es uno de los raros, muy raros individuos universalmente admirados y queridos.

 

 

 

 

 

 

 

OBRAS:

 

Cuentos:

  • Tiempo de Sequía

  • Cielo Cerrado

  • Cuentos de Zona Tórrida

  • Las Noches de la Vigilia

  • Otras Historias de Balandú

  • Sombras contra el Muro

  • La Muerte de Pedro Canales

  • La venganza y Otros Relatos.

 

Poemas:

  • Prácticas para el Olvido

  • Décimas; El Viento lo Dijo

  • Memoria del Olvido

  • Soledumbres

 

Novelas:

  • La Tierra Éramos Nosotros

  • Al Pie de la Cuidad

  • El Día Señalado

  • Aire de Tango

  • Las Muertes Ajenas

  • Tarde de Verano

  • El Mundo Sigue Andando

  • La Sombra de Tu Paso

  • La Casa de las Dos Palmas

  • Los Abuelos de Cara Blanca

  • Los Invocados

 

 

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PREMIOS:

 

Nadal: 1963 por El Día Señalado

Rómulo Gallegos: 1989 por La Casa de Las Dos Palmas

Casa de las Américas: 1972 por Las Muertes Ajenas

Vivencias: 1973 por Aire de Tango

Plaza y Janés: 1979 por Tarde de Verano

 

Durante la celebración de los Segundos Juegos Florales organizados por el Centro de Historia de Jericó en el año de 1975, tomó posesión como Alcalde Honorario de su ciudad natal.

 

Leer cualquier fragmento del Maestro, es no sólo un homenaje; es darle vida; es traer a la memoria, su menuda y familiar presencia. Su frase célebre: “Uno se muere cuando lo olvidan”.

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OLIVA SOSSA DE JARAMILLO

 

Nació en Jericó, miembro del Centro de Historia de Jericó y del Centro Literario de Antioquia, ha desempeñado importantes cargos públicos, dentro de su labor literaria ha hecho varias presentaciones en espacios como el Paraninfo de la Universidad de Antioquia (Programa Voz Viva de Colombia), y en la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, Programa Radial Voz del Suroeste “Rincones Jericoanos”.
 

Su poesía se encuentra con la nostalgia y en el recuerdo melancólico del amor cuando este muere. Su palabra que es verso a flor de labios reparte estímulos a todos los Jericoanos, como quién enhebra con hilo de oro su pensamiento que se va desenvolviendo ágil y elegante en una prosa reflexiva sensible y delicada.

La poetisa evoca dentro de su melancolía remembranzas hogareñas o la contemplación de Jericó y de su paisaje virgiliano.

 

 

SUS OBRAS:

 

Cuando pasa la Brisa

Tierra Quemada

Vino Tinto

Me Contaron las estrellas.

Sus libros han sido prologados por relevantes personalidades como Jorge Robledo Ortiz, Jorge Montoya Toro, el Ex-Presidente Belisario Betancur Cuartas y Carlos Castro Saavedra.

 

POESÍAS CONOCIDAS:

 

Pecado de Amor

Samaritana

La escuela vacía

Juventud.

Ella nos da su voz, no el eco de otras voces, por famosas que sean.

 

AMILKAR OSORIO GÓMEZ

 

Nació en Risaralda (Caldas) en 1940, murió en la vereda La Oculta de Támesis el 15 de febrero de 1985.

Fue niño, joven, hombre y poeta en Jericó. Expositor del arte abstracto, publicista, autodidacta, traductor, profesor, decorador, plástico, fotógrafo, crítico, ensayista, diseñador, columnista. Fue co-fundador del Nadaismo  y se le conoció con el seudónimo de “Amilkar U”

Estudió en el Seminario San Juan Eudes y en el Colegio San José de Jericó, en la Universidad de Antioquia y en la Ciudad San Francisco Estados Unidos. También realizó estudios cinematográficos, científico-sociales y filosóficos.

 

En el año de 1975, cuando se realizaron los II Juegos Florales en Jericó, participó en el concurso de Cuento, obteniendo el “JAZMÍN DE PLATA”, que con orgullo siempre conservó. La obra que tituló “Cuadernos de Garrapatos”, tenía como subtítulos “El Caballo Blanco” y “Por qué no doblaron a Magdalena Delgado”.

 

OBRAS:

 

Vana Stanza

Gato o Soledad en la Lluvia: Reúne, hasta donde ha sido posible hacerlo, todos sus cuentos y relatos. Su originalidad, belleza y elegancia, no sólo son gratificantes al lector, sino que también le permiten acercarse a uno de los autores talentosos de su época.

 

Sus poemas y relatos representan un momento valioso de la Literatura Colombiana

 

DARÍO LEMOS LAVERDE

 

 

Nació en Jericó en 1942. Murió en Medellín en 1980

 

Poeta nadaísta, participó activamente en este movimiento durante la época de 1958 a 1970, sus poemas han salido publicados en la revista “Clave de sol”, “La viga en el ojo”, “Acuarimántima” textos nadaísta (Universidad de Medellín) y en los libros Trece poetas nadaístas y Correspondencia violada.

 

Esperando la muerte desde mayo de 1985 y queriendo morirse de vida y no de muerte, desapareció  un lunes en la noche el  poeta maldito del nadaísmo Darío Lemos.

 

Cuatro meses antes de su muerte escribió el poema de su vida y dijo: “después de este poema, para qué vivir?”. Se trataba del gran canto a la alegría compuesto por “sólo seis frases”. Según él, desde los 16 años cuando fundó el Nadaísmo, estaba buscando ese poema, “y lo logré y me enfermé mucho”. 

 

El atestigua que lo llamaban “él poeta maldito”, dicen que soy el único auténtico, pero la autenticidad no existe. Pero si consideró, el más puro de ellos sobre todo porque evitó la fama y el dinero. “Yo vine a la tierra a hacer camino, y no carrera. El camino duele. Si se hace carrera se consigue el Renault, el apartamento. Pero si yo, como Jesucristo y Chaplin, vine a hacer camino…”

 

Él evitó la fama porque le quitaba la intimidad. Él no se consideraba un genio, pero si tenía un mal genio. Soy un iluminado. Visto simplemente, sin exageraciones, con un formidable desdén por las modas.

 

“Vivo de la poesía, o mejor, la poesía vive de mí. Nunca tengo dinero ni me interesa. Tengo en cambio abundantes amigos que pagan por mí en tributo a mi genio y a la amistad que les concedo por minutos, pues nadie es digno de mi compañía”…

 

 

OBRAS:

 

Sinfonía para maquina de escribir.

El valle de la permanencia.

Segunda infancia.

 

POESÍAS MÁS CONOCIDAS:

 

 

Que sean mis amores buenos muertos.

Segunda infancia.

Poema de todo y de nada.

 

 

 

 

 

FERNANDO PRIETO ARANGO

 

Nació en Cali el 7 de mayo de 1895, murió en Medellín el 1 de junio de 1961.

Desde niño se trasladó Jericó y más tarde a Medellín donde obtiene grado en pedagogía, profesión que ejerció con inteligencia notable, dedicación y servicio a la juventud, él mismo se llamaba hijo legítimo de Antioquia, sin olvidar la Sultana del Valle.

Sus poesías son reflejos de nuestros riscos, de nuestras cañadas, de nuestras lomas de nuestros valles, de nuestras costumbres, de nuestros recuerdos, de nuestras esperanzas, de nuestras actitudes mentales ante el mundo. Son expresiones de nuestra geografía de nuestra raza, y tienen, por lo mismo la gloriosa perdurabilidad de éstas.

 

Prieto Arango es caudaloso en su inspiración, múltiple en su temática, feliz en su técnica.

Vale decir que Antioquia la grande y hermosa Antioquia, se ha tornado más hermosa y más grande al pesar por el celebro y el corazón de este poeta. Y los antioqueños lo saboreamos con el deleite de los niños que muerden las dulces y olorosas frutas picadas por los pájaros bajo los guayabales y los frondosos árboles.

En los primeros Juegos Florales realizados en Jericó en 1914, se hizo merecedor a la “VIOLETA DE ORO” con la poesía “Espíritu Errante” compitió con Juan Bautista Jaramillo y Julio Toro.

 

En 1951 público un volumen de poesías titulado”Sobre la Niebla”. Fundó y dirigió el periódico “Crisálidas”.

Fue una de las voces más sobresalientes en el panorama de la poesía antioqueña.

 

El amaba su familia y trataba a sus hijos con una delicadeza incomparable; era manso, sencillo, asequible, dado al diálogo.

Siempre en las tertulias familiares evocaba el recuerdo del terruño y nostálgicamente añoraba la  época de su juventud feliz.

En su poesía consagra el estilo de metáfora en la cual sobresale verdaderamente su personalidad de artista y poeta.

 

OBRAS:

 

“Sobre la Niebla”  en 1951 (libro de versos)

 

POESIAS CONOCIDAS:

 

Espíritu Errante

Los Bueyes

Divagaciones

Agua

Alma

Campesina

 

 

 

 

 

 

FRANCISCO HUGO MARTÍNEZ ESCOBAR

 

 

Nació el 19 de febrero de 1930 en la fracción del “Cedrón”, jurisdicción del Municipio de Jericó Antioquia. Murió en La Estrella Antioquia el 12 de septiembre de 2004.

Sus estudios los realizó en la Escuela Urbana de Varones y en el Colegio de la Salle de  Jericó, sus demás conocimientos los adquirió como autodidacta por su espíritu y amor a la lectura, adquirió una excelente cultura general. Es un vivo ejemplo de la cultura que se respira, un hombre batallador, rebosante de inteligencia, enigmático y luchador, supo trasforma la sencillez de las palabras en obras de excepcional valor literario.

 

El último gran enciclopedista jericoano sobrado conocedor de las escuelas griega y romana, lector de ansia constante.

Asiduo de los poetas del simbolismo francés. Su temática se refleja junto a las historias religiosas, místicas y orientales. El mayor atributo del poeta Hugo Martínez es el gran lirismo; porque ser lírico reúne el misterio de nacer siendo con el fermento del prodigio, del asombro y el abono de los sueños.

Maestro clásico porque es exhaustivo en la rima y en la métrica que conforman sonetos de purísima castellanía.

 

El poeta vivió la mayor parte de su vida en su natal Jericó, lugar de inspiración de la mayor parte de sus obras poéticas. Manifestó muchas veces que el amor a su tierra era el gran fertilizante que hacía florecer su pluma para que el sol nuevo de cada día fuera su musa.

 

Tuvo como principal estancia al Centro de Historia de Jericó, allí, gracias al apoyo de su Presidente, Monseñor Nabor Suárez quien lo nombró Jefe de Archivo y de Biblioteca; le brindó confianza, reconociendo sus valores intelectuales, esto acrecentó su espíritu de superación y le hizo sentir un ciudadano útil e importante para esta comunidad. En la institución se dedicó a la investigación histórica, a la meditación profunda, a la espiritualidad cristiana, a las tareas literarias, ofreciendo una valiosa contribución a la cultura y en particular a la poesía en sus diversos géneros; lírica, didáctica, bucólica, épica, elegíaca, dramática; además de vigorosos racimos de madrigales, baladas e himnos.

 

OBRAS:

 

Arpegios del Parnaso.

Sonetos Errabundos:

 

Es una producción amorosa de muchos años de entrega que muestra sólo una parte de la voluminosa producción que se puede leer de esta figura inmortal de nuestras letras. La esencia con que se haya impregnado cada frase, testimoniará la grandeza de una obra que acrecienta el compendio literario jericoano.

 

 

POESÍAS CONOCIDAS:

 

Filosofía del amor.

Nocturnal.

Paisaje vespertino.

Los engaños de Venus.

La edad de la inocencia.

Poema a Jericó.

 

Impresiona vivamente el número de escritos y la variedad de temas y géneros literarios.

Dejó un legado de 2400 Sonetos, 40 Baladas, 200 Poemas, 30 Madrigales y varias prosas filosóficas.

 

Fue miembro Numerario del Centro de Historia de Jericó, condecorado por la asociación de profesionales y amigos de Jericó con la distinción al mérito cívico “APOLINAR ESTRADA CORREA” como reconocimiento a sus extraordinarios servicios cívicos y profesionales en Jericó.

 

 

 

 

JOSÉ GÓMEZ MONTOYA (Julio Galán)

 

Nació el 23 de septiembre de 1888 y murió  en Medellín el 6 de julio de 1965

 

José Gómez Montoya quién, por esa índole propia vivió su polifacética vida literaria, sin afán de perpetuarse en los archivos periodísticos; como si sus crónicas, panfletos, discursos, poemas y oratoria fueran fulgurantes flores literarias que fenecieran gradualmente en la tarde de su vida modesta, dejando rastros de su galanura, de su amenidad descriptiva, de su refinado porte, de su caballerosidad,  de sus frases centenarias, merece el nombre de “El  polígrafo jericoano”. Fue nombrado mantenedor de los primeros Juegos Florales organizados en Jericó en 1914.

 

Con patriotismo, con desinterés y con altura,  tomó parte efectiva en todos los movimientos cívicos, sociales y culturales de su ciudad natal.

 

Se relacionó en Bogotá con un buen grupo de intelectuales, los cuales darían renombre a Colombia con el admirable fruto de su labor literaria. En esos años de impulso de juventud inquieta se dedicaba, a la par de su labor cotidiana; a la dura brega intelectual que afloró con riqueza de sus periódicos provincianos, donde los selectos intelectuales del lugar escribían sus comentarios, crónicas y poesías con el afán de dar lustre a su tierra y al conglomerado grupo social en el que vivían.

 

Fue en ese fértil terreno literario, donde José Gómez Montoya, que se apellidó con el seudónimo de JULIO GALÁN, inició su labor de escritor, de periodista, de ameno narrador del diario acontecer, de inspirado poeta y a veces de festivo serénatero de las noches pueblerinas, cuando,  con Luis Alfonso Mesa, Hermenegildo Morales (Mereja) y otros llevaban hasta las ventanas de las novias, las canciones que ellos mismos componían.

 

Julio Galán dirigió y colaboró en varios semanarios de la época:

 

Periódicos:

La Montaña, El Oasis, El Citará, La Campana, La Semana, La Verdad, La “X”,  El Mochuelo y La Tarde  

 

Publicó en ellos algunos de sus versos y sus amenas crónicas, su estilo es narrativo, sin adornos, que dibujan los rasgos con cierta riqueza castellana. También pinta en sus sonetos el marco de la vida pueblerina de entonces.

 

Cuando regresa a Jericó siente en el fondo de su corazón juvenil todo ese cúmulo de recuerdos, de añoranzas, de emociones y de evocaciones; es cuando se dedica más de lleno a incursionar en el campo de las letras.

 

Era considerado el orador de la época, porque en todos los actos cívicos, religiosos, culturales y sociales era quien dirigía la palabra, son famosos sus discursos con ocasión de  la celebración de la fiesta de la Madre en el Parque de los Fundadores. 

 

POESÍAS CONOCIDAS:

 

Elegía del retorno.

Soneto.

 

 

 

 

 

JOSÉ PRIETO ARANGO. (J. Peña Ángel.)

 

Nació en Medellín en 1896, pero desde la más tierna edad fue llevado a Jericó. Murió el 25 de marzo de 1964 en Medellín.

 

Abogado y noble poeta, llevó con decoro, con competencia y patriotismo la representación de la región en la Asamblea Departamental, y como concejal de Jericó durante varios años; se desempeñó como secretario y luego presidente de la Cámara de Comercio de Jericó, colaboró en la Sociedad de Mejoras Públicas. Gran servidor público de Jericó.

 

 Autor de notables y bellas poesías, su obra literaria es bastante desconocida, en ella se encuentran joyas de verdadero valor literario, firmadas algunas, con el seudónimo de “J. Peña Ángel”. Buena parte de su producción literaria quedó dispersa en periódicos y revistas de provincia y del país.

 

El doctor Prieto le da un toque de misterio a sus poemas, firmando con el seudónimo “J. Peña Ángel” el cual lo hace distinguir de su familiar también poeta Joaquín Peña Ángel.

 

En las noches de bohemia se reunía con un grupo de escritores para disfrutar las experiencias y vivencias del arte, la prosa, la oratoria y la poesía. También realizaba actividades que contribuyeron a mantener el calificativo con que se conoce a la ciudad de Jericó como la “Atenas del Suroeste”, este grupo humano vivió el verdadero mensaje poético en una época en que la juventud soñaba con el amor, la sonrisa, el deseo de una mujer, la caricia de una madre, sentimientos estos constantes y presentes siempre en la vida del hombre.

 

Un hombre que supo conjugar las ciencias del Derecho, la política, la oratoria y la poesía con magnificas capacidades, habiéndose destacado con honores, que la tierra que lo adoptó, sabe recordar.

 

Obra recopilada: SUGESTIÓN DEL SILENCIO Y OTROS POEMAS.

 

En mayo 28 de 1992,  en el paraninfo de la Universidad de Antioquia se llevó a cabo el lanzamiento de la obra, recopilación que lograron sus familiares y amigos.

 

Se distinguió como notable jurista; caballero ejemplar: poeta de elevada inspiración y orador inminente.

 

POESÍAS MÁS CONOCIDAS

 

Sugestión del silencio.

Bajo tu melena.

Silencio.

Cuadro parroquial.

      

LISTA DE LAS BIOGRAFÍAS DE POETAS JERICOANOS.

 

JUAN BAUTISTA JARAMILLO MEZA.

BLANCA ISAZA DE JARAMILLO.

JOSÉ MARÍA OSPINA PUERTA

JULIO TORO OCHOA.

MANUEL MEJÍA VALLEJO.

HUGO MARTÍNEZ ESCOBAR.

DOLLY MEJÍA MORENO.

OLIVA SOSSA DE JARAMILLO.

JOSÉ PRIETO ARANGO. (J. PEÑA ÁNGEL)

FERNANDO PRIETO ARANGO.

AMILKAR OSORIO GÓMEZ.

DARÍO LEMOS LAVERDE.

JOSÉ GÓMEZ MONTOYA. (JULIO GALÁN.)

 

 

Recuerdos:

 

La corona del poeta Juan Bautista Jaramillo.

Máquina de escribir de Oliva Sossa.

La lira de oro de José María Ospina.

La casa con la placa de Julio Toro.

Placa del Centro de Historia de Julio Galán.

Las placas que existen de los escritores.

Las fotos de los poetas y poetisas.

 

Biografías.

La historia de la corona del poeta Juan Bautista.

(Trabajo realizado por Alicia López Velásquez, tomado del Centro de Historia de Jericó).

 

 

POEMA A JERICÓ ANTIOQUIA

(Celebración de los III Juegos Florales)

Jericó Ant. Marzo 10 de 1998

 

Jericó se enjarifa con los Juegos Florales

impregnando su ambiente de gentil alegría

y en el Pueblo despierta la ancestral gallardía

de sus hijos ufanos por las Artes triunfales.

 

Es un lírico evento de valores mentales,

de bellezas honestas, tradición y armonía,

que con rasgos franceses de sutil maestría

sintetiza cultura de preciados modales.

 

Oh! Ciudad de Santiago ! Vieja Aldea de Piedras !

donde hoy se levanta Jericó esclarecida

por el Centro de Historia con su muro de hiedras

 

y sus óleos de ilustres personajes de fama;

con sus libros sapientes de cultura bruñida

y las nobles insignias de su bello oriflama !

                                   II

 

Del Pretérito surge la ciudad promisoria

con sus verdes montañas y onduladas colinas,

con sus montes arbóreos arroyuelos de ondinas,

y boscajes pintados de esmeralda ilusoria.

 

Valle amado del pueblo; coronado de gloria

por sus hijos insignes de costumbres latinas;

escritores selectos y mujeres genuinas

que brillaron al lampo de su nítida historia !

 

El río “Piedras” recorre los paisajes serenos

como boa reptante de vidriosas escamas

que atraviesa la Villa de contornos amenos.

 

Y en la plaza, la Iglesia Catedral se levanta

cual bastión fehaciente de amorosas proclamas

a Jesús redivivo de la Cruz sacrosanta...... !

 

                                   III

 

Hacia el sur de “La Peña”, se destaca “La Gruta”,

con la Virgen de Lourdes y su excelsa testigo,

en la térrea hornacina que le brinda su abrigo

y conserva su imagen de Madona impoluta... !

 

Con los brazos abiertos, al Oriente se escruta

la hierática estatua del Salvador amigo,

sobre un seno de grama que se eleva consigo

señalando a los fieles la simbólica ruta... !

 

Hondonadas, praderas, apacibles verdales,

eucaliptos solemnes y macizos nogales,

urapanes y pinos rivalizan su altura.

 

Y en el cerro “La Mama” bajo clámide glauca,

espejean las linfas caudalosas del Cauca,

cual ciclópea serpiente cristalina y oscura !

 

                                   IV

La Ciudad de Tolosa - Lis morena de Francia -

fundó en Siglo XIV, con regios trovadores,

la célebre Academia de las clásicas flores

con Los Juegos Florales de exquisita elegancia.

Muestra así su cultura Jericó desde infancia,

celebrando estos Juegos con sus propios actores

é instruyendo a la nueva juventud con mejores

ejemplares festivos de notable prestancia.

 

Oh ! Ciudad distinguida, Jericó ! Yo te canto

con el alma copiosa de ternuras y encanto

al saberte mi cuna de intelectos amigos... !

 

Que tu historia la graben sobre hojas de oro,

porque todos conocen tu pasado y decoro...

y tus ceibas ancianas que también son testigos !

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