CENTRO DE HISTORIA
DE JERICÓ

EN EL CENTRO DE HISTORIA, SE RECOPILA Y CONSERVA LA HISTORIA ESCRITA SOBRE JERICO.
DIÓCESIS DE JERICÓ 100 AÑOS- 1915- 29 DE ENERO 2015
La región o zona geográfica que hoy ocupa la Diócesis de Jericó, en el Suroeste de Antioquia, perteneció, como parte de un todo en la geografía eclesiástica de Colombia, a la Diócesis de Popayán, hasta el año 1828 cuando fue creado el Obispado de Antioquia.
La erección de la Diócesis de Jericó mediante se dio mediante Bula Pontificia "Universi Dominici Gregis", del 29 de enero de 1915, del Papa Benedicto XV, y expedida el 12 de marzo del mismo año. La Diócesis, tercera de Antioquia, pues solo existían la de Medellín y la de Santa Fe, integraba la mayor parte de los municipios del suroeste y el Carmen de Atrato (Chocó). Se confió su gobierno hasta el año de 1917 al Señor Obispo Monseñor Maximiliano Crespo Rivera, con carácter de Administrador Apostólico. En 1917 la Diócesis de Antioquia fue unida a la de Jericó. La Bula “Quod Catholicae Religiones”, del mismo Papa, unió las Diócesis de Antioquia y Jericó. El 3 de Julio de 1941 por bula del Papa Pío XII, “Universi Dominici Gregis”, se separan las Diócesis de Antioquia y Jericó, quedando independientes la una de la otra, luego de haber estado gobernadas por un mismo Obispo en un lapso de 24 años.
Con este acontecimiento quedó pues la ciudad de Jericó convertida en Sede Episcopal y su templo pasó a la dignidad de Catedral. Del presbiterio de la Diócesis han sido promovidos al episcopado cuatro sacerdotes:
Excelentísimo Señor Antonio José Jaramillo Tobón
Excelentísimo Señor Darío de Jesús Monsalve Mejía (Actual Arzobispo de Cali).
Excelentísimo Señor Iván Antonio Marín López (Actual Arzobispo de Popayán).
Excelentísimo Señor Arturo Correa Toro (Actual Obispo de Ipiales).
La Diócesis cuenta con la primera Santa de Colombia, “Santa Laura de Jericó”, quien fuera conocida como la Madre Laura Montoya Upegui, misionera fundadora, beatificada por el Papa Juan Pablo II en 2005 y canonizada por el Papa Francisco I, el 12 de mayo de 2013, dos meses después de haber sido elegido Pontífice.
Se encuentran en Proceso de canonización: Beato Juan Bautista Velásquez Peláez, Hermano Hospitalario de San Juan de Dios, martirizado en la revolución española de 1936 y Jesús Aníbal Gómez, seminarista Claretiano, "testigo de sangre" en la revolución española de 1936.
La Diócesis dedicada a la Virgen de las Mercedes su Patrona tutelar, está conformada por 32 Parroquias en 15 municipios: Andes, Betania, Betulia, Bolívar, Caramanta, Concordia, Hispania, Jardín, Jericó, Pueblorrico, Salgar, Támesis, Valparaíso y La Pintada. Cuenta con tres Monasterios de Vida Contemplativa y 16 casas de religiosas de diferentes comunidades.
Escudo de la Diócesis.
El 25 de enero de 1916, el excelentísimo Maximiliano Crespo Rivera, entonces Obispo de Antioquia, inauguró la nueva Diócesis, con solemne promulgación de la Bula de erección; y como por orden de la Nunciatura, debía continuar al frente de la nueva Iglesia particular, en calidad de administrador Apostólico, nombró Vicario General al Presbítero Álvaro Obdulio Naranjo, mientras llegaba la designación del nuevo Obispo. Fue impulsor, colaborador material y espiritual, orientador y defensor de la fundación de la comunidad de la Madre Laura. El Obispo Crespo abrió el 23 de marzo de 1916, el Seminario Conciliar, encomendando su dirección a los padres Eudistas.
El 08 de febrero de 1917 fue nombrado el primer Obispo para Jericó, (Diócesis unidas Antioquia y Jericó hasta 1942) Monseñor Francisco Cristóbal Toro Correa, oriundo de Santa Fe de Antioquia, quien gobernó hasta 1942. Su primera misa pontifical se efectuó el 15 de agosto de 1917. Su lema “Venga a nosotros tu reino” murió en Medellín el 16 de noviembre de 1942. Al Señor Toro, deben su paternidad espiritual, las parroquias de Tarso, Buenos Aires, Hispania, Palermo, Santa Rita y Santa Inés. Logra que Roma separe las dos Diócesis para común beneficio. Con su muerte queda el recuerdo de un hombre de Dios, lleno de bondad, de piedad y de prudencia.
El 08 de diciembre de 1941 el Papa Pío XII separó las Diócesis de Jericó y Antioquia; el 12 de abril de 1942 a las tres y media de la tarde, fue consagrado Obispo Monseñor Antonio José Jaramillo Tobón, nacido en Belmira Antioquia, y surgido del presbiterio de Jericó quien gobernó durante 18 años, es decir hasta 1960 cuando por quebrantos de salud, presenta su renuncia. Se estrenaba la nueva Diócesis ya autónoma, el acontecimiento reunió personalidades del departamento en una fiesta religiosa y cívica sin precedentes en el cual la población hizo derroche de elegancia, piedad y recogimiento, participaron y presidieron la ceremonia de su consagración el Nuncio Carlos Serena y los Obispos Francisco Cristóbal Toro Correa y Miguel Ángel Builes Gómez. Su lema “Santificado sea tu nombre” Monseñor Jaramillo fue un hombre muy cívico, gran colaborador con las obras sociales, entregado al servicio y al trabajo incesante; inició la obra de la nueva Catedral; nunca permitió que la sede diocesana fuese trasladada a pesar de seductores ofrecimientos. Construyó el mausoleo para sacerdotes en el cementerio parroquial, impulsó la construcción del Seminario Menor, el Palacio Episcopal; tuvo a bien la cuidadosa y vigilante administración de la Curia Episcopal y los archivos parroquiales, la creación de siete vicarías parroquiales de las cuales tres, fueron elevadas a parroquias; 95 visitas pastorales, 22 casas de religiosas, 491 decretos administrativos, 45 sacerdotes ungidos por su ministerio episcopal; la construcción del Pre-Seminario Juan XXIII en Tapartó, resumen su acertado ministerio. Conservó, a pesar de adversas circunstancias el patrimonio espiritual, moral y económico de su Diócesis. Renunció ante el Papa Juan XXIII, y se retiró a la soledad doméstica, condecorado con el título Arzobispal. Murió repentinamente después de haber celebrado la santa misa, el 27 de abril de 1969. En Jericó permaneció 43 años, 24 como sacerdote y 18 como Obispo.En 1954 fue segregada la Parroquia del Carmen de Atrato de la Diócesis de Jericó y anexada al Vicariato Apostólico de Quibdó.
El 24 de junio de 1960 llega el tercer obispo de Jericó, Monseñor Augusto Trujillo Arango, natural de Santa Rosa de Cabal, Risaralda. Hombre extraordinario y humilde que se ganó el cariño de la comunidad jericoana de inmediato. “Lujo de humanidad y jerarquía, orador sagrado de primer orden, quien amó a Jericó hasta el último día de su vida”. Su lema: “La vida por las ovejas”; dejó muchas obras y dio a la Diócesis una perfecta organización, pues participó en el Concilio Vaticano II. Gobernó hasta 1970. Lujo de humanidad y jerarquía, benevolencia sin distingos, elocuencia de altos vuelos que toda Colombia escuchó cada viernes Santo. Nuevos tiempos, nuevas disciplinas, todo de acuerdo con el concilio Vaticano II. El 20 de septiembre del año 1969, consagró con solemnidad inusitada la catedral, dedicada a Nuestra Señora de las Mercedes, patrona de Jericó y de la Diócesis. En 1970 pasa a regir el arzobispado de Tunja. Juan Pablo II aceptó su renuncia al gobierno pastoral de esa Arquidiócesis el 2 de febrero de 1998. Al cumplir 75 años, renunció al gobierno pastoral y desde entonces vivió con su familia en Manizales durante sus últimos nueve años. Allí falleció el sábado 24 de febrero de 2007 a las 8:25 de la mañana, a sus 84 años de edad.
El 18 de julio de 1970 tomó posesión canónica, el cuarto Obispo de Jericó, Monseñor Juan Eliseo Mojica Oliveros, boyacense de nacimiento. “Orador de doctrina densa y exposición vigorosa”. Su lema “Anunciar a Jesús”. Gobernó hasta 1977, cuando fue designado para gobernar la nueva Diócesis de Garagoa, (Boyacá). Llegó urgido por la convicción de obtener la colaboración de los laicos en las tareas eclesiásticas, para ello se empeñó en la construcción de un edificio espacioso y acogedor: Casa de Ejercicios Lisieux, destinado para la formación de grupos apostólicos.
El 15 de diciembre de 1977, toma posesión el quinto Obispo para dirigir la Diócesis: Augusto Aristizábal Ospina, manizalita quien se identificó con la ciudad y la jurisdicción. Hombre entregado a su labor apostólica quien gobernó durante 26 años convirtiéndose en el Obispo de mayor permanencia en Jericó hasta la fecha (2013). Gobernó hasta noviembre de 2003. Fueron 26 años prósperos y fecundos en realizaciones pastorales. Un hecho se destaca entre todos: la reapertura en Jericó del Seminario Mayor a partir del año de 1984. Dejó una nómina de 117 sacerdotes, de los cuales 74 fueron ordenados en su período y tres promovidos al episcopado. 40 sacerdotes, sin perder su incardinación, prestaron sus servicios ministeriales y pastorales en otras Diócesis más necesitadas en Colombia, Centro América y Estados Unidos. Erigió cinco nuevas parroquias, se construyeron 27 templos, y el templo parroquial de Jardín, fue distinguido con el título de Basílica Menor. Expidió ocho Cartas Pastorales, 167 circulares y 466 Decretos. Confirmó 95.000 niños de la Diócesis, ordeno a 74 sacerdotes; se erigieron 17 casas de religiosas y erigió cinco nuevas Parroquias. Al cumplir la edad canónica presentó a su Santidad Juan Pablo II renuncia a su cargo. Falleció en Medellín el 6 de noviembre de 2004 y sus restos reposan en la Cripta de la Catedral de Jericó.
El 12 de diciembre de 2003, llegó a Jericó proveniente de la Diócesis de Armenia Quindío y como sexto Obispo, Monseñor José Roberto López Londoño, nacido en Yalí Antioquia. Su posesión Canónica fue el día 13 de diciembre con la presencia y concelebración de 125 sacerdotes, Obispos y el Nuncio Beniamino Stella. Su lema “No vengo a ser servido, sino a servir”. Había sido Obispo Auxiliar de Medellín en 1982 y desde 1987 dirigía la Diócesis de Armenia. Hombre humilde y muy dedicado a su misión religiosa. Gobernó hasta el mes de agosto del año 2013 su renuncia por jubilación había sido aceptada a finales del año 2012.
En agosto de 2013, tomó posesión el séptimo Obispo de la Diócesis de Jericó, Monseñor NOEL ANTONIO LONDOÑO BUITRAGO, llegado de la ciudad de Buga donde se desempeñaba como Párroco, este sacerdote que ha ocupado importantes cargos y hace parte de la misma línea religiosa del Papa, nació en el Quindío y a su cargo la responsabilidad de la celebración de los 100 años de la Diócesis el 29 de enero de 2015.



Monseñor AUGUSTO TRUJILLO ARANGO. Obispo de Jericó de 1960 a 1970